martes, 14 de noviembre de 2006

Mi querido amigo Raúl

Después de un día viernes increíble en las playas de Pichidangui me apronto a preparar mis cosas para partir hacia Santiago. Acabamos de almorzar un rico asado en el camping de la playa, choripanes, pollo, costillar, rissoto (sí rissoto, y de dos sabores), borgoña y piscolitas. Por supuesto, 0 ganas de volverme.

Ese mismo día en Santiago se celebraría el cumpleaños de uno de mis mejores amigos, por lo que daba lo mismo lo bien y cómoda que estuviera…era hora de partir. Dada mi eterna negativa a tener auto, me veo obligada a ir a esperar el bus a la carretera, el último Pullman camino a Santiago que supuestamente pasaría a las 7:50 cerca de la Copec. Al llegar al supuesto paradero noto que una pareja con una niñita de alrededor de ocho años también esperan un transporte hacia el Sur. Luego de una larga espera y cuando ya comienzo a plantarme la idea de mandar el cumpleaños de uno de mis mejores amigos a la mierda, la pareja que me acompañaba hace parar un camión con doble tolva. Al verlos subir me pregunto como sería llegar a Santiago en camión. Como si me hubiesen leído el pensamiento el joven papá me hace señas para que los acompañe. Obviamente que partí con ellos. Mis intenciones de un principio eran bajarme en Calera y tomar ahí un bus (supuestamente más fácil que tomarlo en la carretera).

Así es como conozco a Raúl. Chileno, 46 años, músico y teólogo. Camionero desde los 16 años, casado hace 13 y manteniendo a una amante hace 10. Todo lo que puedo decir es poco, me bastaron tres horas y media arriba de un camión para conocer a mi segundo personaje de la semana. Y que personaje. En un principio las conversaciones rayaban en lo obvio….de donde eres, que haces…que llevas en el camión, hacia donde vas, etc. Pero la personalidad de Raúl se hace notar desde un principio. Se auto denomina bueno para la talla y se enorgullece de su habilidad de satisfacer a las mujeres mediante el sexo oral.

- Mi mujer y yo tenemos una relación muy especial, soy un hombre bastante vanguardista.

Al parecer el concepto de vanguardia para Raúl incluye avisarle a su mujer que mientras él este trabajando no lo pensará dos veces si se le presenta una oportunidad con una mujer en el camino. Ella no se queda atrás diciéndole que lo único que le pide es que se bañe antes de llegar…que no lo quiere con olores extraños. Raúl no da nombres…me cuenta que la mujer mas vieja a la que le ha dado placer oral arriba del camión tenía 73 años (taba harto guena la viejita)…pero no da nombres

No me entero del nombre de su esposa ni de sus dos hijos, no me entero del nombre de su mejor amigo, que además es el patas negras de su esposa hace muchos años también.

Se hace de noche y me baja la paranoia. Y si Raúl fuera un depravado?, un violador?, un asesino?. La conversación siempre mantiene un tinte picaresco más que sexual, lo que me tranquiliza de cierta manera. Pero el hecho de estar sola en la carretera, de noche con un desconocido hace que me ponga un tanto a la defensiva y trate de cambiar el tema.

Es así como me entero de las movidas de los camioneros, de cómo Raúl le compra regalos a su esposa, hijos y amantes (por supuesto, Raúl es una persona generosa) a precios de ganga.

- ¿Usas colaless?

La inevitable risa nerviosa y un dubitativo sí salen de mi boca suponiendo de antemano a donde se dirige esta conversación. Afortunadamente para mi paranoica mente, Raúl me cuenta que hace unas semanas había comprado una bolsa de 300 colaless a Luka!!!

- Si hubiese tenido todavía te regalo.

Me cuenta también de los fardos de ropa que compra a 10 lukas, que no se sabe lo que le va a tocar…a veces sólo pantalones, a veces solo poleras, otras veces de todo un poco.

- ¿Sabes por que me gusta darle sexo oral a la mujeres?

Raúl insiste con el tema.

- Porque no tengo olfato, lo he venido perdiendo con lo años y ahora ya no huelo nada.

Raúl lo tiene chico (pero juguetón) y es experto en darle sexo oral a las mujeres. Le gustan las chilenas porque son calientes…no son las mas bellas pero si las más calientes. Raúl lo sabe porque ha viajado por toda Latinoamérica en su camión.

Raúl dice que Caín y Abel eran ciudades que estuvieron en guerra, va a misa todos los domingos y además estuvo en el coro de la iglesia por diez años. Cree en Dios y cree por sobre todas las cosas que el sexo es la clave para la felicida en las personas.

- ¿Te tiraste a alguno de tus amigos en Pichidangui?

- No

- Puta que fome.

Raúl definitivamente tiene las cosas muy claras.

3 comentarios:

Sofia Munizaga Ried dijo...

mmm...ojala todos los hombres pierdan el olfato...jajajaja

Anala?...si te animas a ir a las bicis los martes... me avisas ahora k se fue el javier me da lata ir sola...

Sofi_ried@hotmail.com

A M dijo...

No tengo olfato. Lo perdí hace años. Cualquier cosa me avisas

Estil dijo...

EXCELENTEEEE, ojalá todos los hombres no tuvieran olfato y un aro en la lengua¡¡¡¡¡ la vida sería tan distinta...