lunes, 16 de abril de 2007

asuntos de zanahorias...y otra hierbas


A mi rommie le gusta coleccionar. Lo que va casi opuestamente a mi costumbre de utilizar. Por lo que de alguna manera hemos llegado a un acuerdo tácito donde ella compra y yo utilizo. Me sorprende y a la vez me encanta ver como ordena los condimentos para que se vean bien. Mientras yo cada vez que cocino los abro y los ocupo. Lo mismo pasa con muchas cosas. Claro que no utilizo las máquinas de escribir antiguas ni los maletines, ni los teléfonos ni las cámaras de fotos ni me fumo las cajetillas de cigarros. Pero dentro de lo que se puede si utilizo.

Así nuestro hogar se ha ido llenado de apoco de objetos sin utilidad pero cada uno con un significado propio que los hace aun mas valiosos. La cajita de te del año del queso con dibujitos alucinantes, o la pecera llena de bolitas de colores saltarinas que se pierden incesantemente y que mágicamente vuelven a su lugar.
Crecí con una madre coleccionista…y ahora me encuentro nuevamente rodeada de objetos que representan momentos, lugares, estados de animo, personas, etc. Un museo de recuerdos, símbolos, formas, colores, olores y texturas.

Pero hay algo que mi rommie no sabe. Y es que secretamente yo he desarrollado el gusto por coleccionar...pero no precisamente objetos. Por más maravillada que esté con las colecciones de ella, los objetos siguen pareciéndome cosas dispensables y sin real importancia. Pero no así las personas…y menos los colorines.

Así es…comencé a coleccionar colorines. Aunque hay algunos que conozco hace mucho tiempo, mi colección acaba de comenzar. Tengo varios ya…mucho más de lo normal para cualquier persona (sinceramente no se si alguien más colecciona). La gracia de mi colección es que es dinámica e itinerante. De repente tengo uno, a veces dos y en contadas ocasiones he llegado a tener mas de 5!!. Pero mi colección simpre crece.

Irónicamente mi colección se da inicio con mi roomie. Sip, la primera colorina de mi colección. Ella que lo colecciona todo a pasado a formar parte de una colección bastante mas única e interesante. Claro que a ellos no los puedo exponer en una repisa o sobre un velador o una estantería. Pero si me puedo esmerar en juntar cada vez más y algún día los tendré a todos en el mismo lugar. Tendré mi propio show room de colorines…un sujeto/objeto (u objeto/sujeto como prefieran verlo) en exhibición….un sujeto extraño en estas tierras…porque si hay una tierra de colorines…allá lejos, donde de vez en cuando se escapa uno y viene a parar por estos lares. Ahí es donde tengo que estar yo para atrapar a mi colorin y sumarlo a la colección.

Extrañas criaturas los colorines. Aparte de ser escasos (y tener el pelo rojo por supuesto), son reacios a vivir entre colorines extraños. Porque siempre están los familiares de los colorines, que son colorines y algunas veces no lo son. Pero el colorin se nota y sabe que se nota, un colorin no pasa piola…debe ser por eso que tampoco se sienten bien entre colorines…porque ya no so EL colorin del lugar.

Si fuera por mí tendría la casa llena de colorines…mientras mas mejor, más grande se hace mi colección y más suerte tengo. Porque díganlo o no los colorines dan buena suerte, y para ser sincera, es justamente por eso que me he decidido a coleccionarlos. Definitivamente les encontré la utilidad…así como un trébol de 4 hojas, escaso pero simbólicamente potente….un sujeto / objeto no falsificable, porque por mas que alguien se tiña el pelo rojo eso no lo hace ser colorin. Es una cosa de actitud.. la actitud roja (que no necesariamente es comunista)…esa manera de hacerse notar por el solo hecho de ser. Algo que los morenos y los rubios no podemos decir. Es como un obeso mórbido o un enano…personajes únicos (porque los circos no tendrán colorines como atración?)

Bueno…en resumen tengo colorines, colorinas, colorines pequeños y colorines grandes…colorines anaranjados y colorines mas rubios…otros mas castaños y algunos rojizos a cagar. Toda una gama de pelirrojos…para ser exhibida en algún momento. El problema definitivamente va a ser el juntarlos en un mismo lugar…quizás colapsen al ver la gran cantidad que son…que ya no son únicos en ese lugar…que son muchos y variados…mmm…quizás no es tan buena idea tenerlos a todos juntos…quizás mejor hago cuentas mentales de cuantos llevo y secretamente los atesoro en mi cabeza. Porque si dejan de ser únicos ya no van a tener la gracia que tienen…y si dejan de ser raros ya no me van a dar la buena suerte que me dan. Y así mi colección ya no va a tener el valor que le quiero dar y tendré que terminar coleccionando estampillas o algo mas estúpido y horrible como rubias tontas o depresivos y prepotentes…aunque esos no son tan raros como los colorines y tampoco creo que den buena suerte.