miércoles, 7 de marzo de 2007

Gracias Santo Messenger por favor concedido


Miércoles de vuelta de vacaciones. El avión llegó a las 10 de la noche, a las 2 de la mañana recién me quedaba dormida.

Jueves en la mañana. Amanezco con fiebre, sólo voy a trabajar en la tarde. Por supuesto que no es la mejor manera de terminar mis vacaciones, sentada frente a mi computador, sintiéndome como las pelotas y no cachando absolutamente nada de lo que tenía que hacer en el trabajo.

De repente veo que Messenger tintinea.

-Hola!...como estas?

La última persona con la que pensé podría hablar ese día me saluda por messenger y me cuenta que esta estrenando cámara Web.

-ya poh!...dale que te quiero ver.

La magia de la tecnología me trae su imagen en sepia. Lindo como siempre…reconozco su pieza de fondo.

La conversación sigue normal con la diferencia que ahora yo lo veo mientras escribe y se ríe de las estupideces que hablamos.

-Mira…quieres que te muestre algo?

Me da un no se qué en la guata (se perfectamente que es lo que quiere decir con esa pregunta) y le advierto que trabajo en una oficina de planta abierta y que lo que muestra mi pantalla no solo lo veo yo. Al parecer se arrepiente (por supuesto) ya que no estaba dispuesto a quedar en vitrina de muchos. La conversación se suspende y me quedo nuevamente frente a mi computador tratando de cachar algo de mi trabajo (parece que tengo fiebre otra vez).

Pasa una media hora y me vuelve hablar.

-y no hay alguna sala donde puedas estar sola con tu computador?.

De hecho si la hay (y también la idea ya se había cruzado por mi mente).

-dame un minuto que me desconecto y me voy a la otra sala.

Ahora estoy sola…frente a un computador que no es el mío…sintiéndome como las pelotas igual pero empiezo a pensar que el calor que tengo no es precisamente por la fiebre.

- listo...estoy sola.

-ok…deja conectar la cámara otra vez.


Veo aparecer la imagen en sepia nuevamente. Y me dan cosquillas en la guata. Resumo la situación nuevamente…Mi primer día después de mis vacaciones, me encuentro en un computador ajeno en la sala de reuniones chica de mi trabajo (esperando que nadie se atreva a interrumpir, porque lo mato), en una conversación por Messenger que está a punto de transformarse en algo mucho mejor, que no incluye palabras.

-bueno… que es lo que quieres que haga.

Lo que sigue lo dejo a la imaginación de todos.

Lo único que puedo decir es que al terminar todo me tuve que ir a una reunión en la que por supuesto fui cero aporte. Lo bueno fue que la fiebre y el malestar del resfrío desaparecieron y no pude sacarme una estúpida sonrisa de la cara por el resto del día.

O sea…que mas puedo decir. Antes me habían dicho cosas lindas por Messenger…uno que otra coqueteo y algunos declaraciones subidas de tono. Pero jamás había experimentado a tal extremo las bondades de una cámara web…un show privado en sepia. Mi día partió con fiebre y con cero ganas de hacer nada por mi trabajo y de un momento a otro se transforma en un fin de semana de aquellos.

Como dijo él al desconectarse…quien dijo que en el trabajo se pasa mal?